¿Cómo hemos llegado a la España actual?
España, con capital en Madrid, se trata de un país
soberano, miembro de la Unión Europea y situado en el sur de Europa Occidental,
al norte de África.
Adentrándonos en su historia, durante el siglo XVI,
reinaban los Reyes Católicos y los dos primeros Austrias y, con ellos, el país
entró en una fase de unificación y expansión territorial.
Una serie de acontecimientos puso fin a la época
medieval, dando paso al nacimiento de la Edad Moderna. Cabe destacar dentro de
este período el descubrimiento de América, así como su colonización. Además, se
establecieron unas relaciones que provocaron una Monarquía autoritaria en la
que los reyes cada vez intervenían más en la economía.
A lo largo del siglo XVII, la Monarquía española
entró en una fase de decadencia. Las pestes provocaron la caída de la
población, así como el clima, que afectó muy negativamente a las actividades
relacionadas con la agricultura.
A diferencia del siglo anterior, el siglo XVIII se
considera una época de recuperación y de reformas.
Además, la Guerra de Sucesión hizo que España
perdiera poder. En este siglo, la política exterior de nuestro país, estuvo
marcada por la alianza con Francia, donde mandaban los Borbones. Éstos,
realizaron una política encaminada a reformar la economía, la sociedad y la
política.
No obstante, dichas reformas y dicho crecimiento
económico entró en crisis a finales de siglo, en parte, debidos a los costes de
la Guerra de la Independencia.
Más tarde, durante el siglo XIX, España se
transformó profundamente, ya que se modernizó la agricultura y nació una
industria moderna. Además, la monarquía absoluta desapareció para ser
sustituida por una parlamentaria y constitucional.
Todo lo anteriormente mencionado, es conocido como
Revolución Industrial, aunque en España la industrialización no consiguió gran
desarrollo. La agricultura continuó siendo el sector más importante de la
economía española.
A lo largo de este siglo, comenzó un proceso de
cambio y modernización del país, que dieron paso al nacimiento de la Edad
Contemporánea.
La presencia de ciertos enfrentamientos y
contrarrevoluciones condujeron a la caída de la monarquía y al origen de la
Primera República Española (más información aquí). Ésta duró hasta finales de
1874, cuando el pronunciamiento del general Martínez Campos dio comienzo a la
restauración de la monarquía borbónica.
A finales de siglo, la economía de modernizó y
experimentó un gran desarrollo, sobre todo en la industria textil catalana y la
siderurgia vasca. Además, se creó una red de ferrocarriles y se mejoraron las
carreteras.
Cabe mencionar dentro de este período la grave
crisis que amenazaba el sistema de la monarquía basado en el conocido turnismo.
Ya en el siglo XX, comenzó una gran crisis económica
y la subsiguiente inestabilidad política. Hubo un pequeño período de
prosperidad propiciado por la neutralidad de nuestro país en la Primera Guerra
Mundial, pero la sucesión de crisis del gobierno, la agitación social y el
descontento por parte del ejército, desembocan en el golpe de Estado de Miguel
Primo de Rivera en 1923. Estableció una dictadura militar, en la que se
suprimieron libertades y derechos. Debido a la dimisión de este último, le
sucedió en almirante Aznar, con la conocida “dictablanda”.
En 1931 se celebraron elecciones municipales y se
proclamó la Segunda República Española. Dentro de ésta, cabe destacar la
ampliación de los derechos de los ciudadanos, entre ellos el derecho a voto de
la mujer, consiguiendo así el sufragio universal.
En 1936, se sublevaron contra la República y esto
desembocó en una España dividida en dos zonas. Dicha situación desembocó en una
guerra civil, en la que Francisco Franco fue investido jefe supremo de los
sublevados.
El apoyo de Hitler y de Mussolini, entre otros,
dieron la victoria a Franco, lo que supuso la instauración de una dictadura,
que duró hasta 1975, con la muerte del dictador. Dos días después, Juan Carlos I fue proclamado rey. Se inició así un período conocido como la transición a la
democracia.
En la actualidad, España es un país soberano,
constituido en un Estado social y democrático de derecho y cuya forma de
gobierno es la monarquía parlamentaria, tal y como dice la Constitución española, aprobada en 1978.
En cuanto a términos más económicos, el banco mundial nos ofrece que el PIB per cápita de España se sitúa en 26.639,7 USD
(año 2016), ocupando el noveno puesto en relación a los países de la Unión
Europea.
En cuanto a la corrupción, España ocupa el puesto
número 17 entre los países de la Unión Europea, con una puntuación de 58 (más datos aquí).
En general, España es un país que ha estado en constante
crecimiento económico desde los años de 1990 exceptuando algunos momentos, en
los que ha sufrido una fuerte recesión (crisis del 2008).
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